Se acerca Halloween, y los más pequeños probablemente aprovecharán esta fecha para hacer una de las cosas que más les gusta hacer: disfrazarse. Sí, porque uno de los juegos preferidos de los niños es ponerse un disfraz, ya que de esta manera, con ingenio y creatividad, logran convertirse en su súper héroe favorito o su princesa preferida.
Permitir que los niños se disfracen cuando lo deseen tiene muchos beneficios para su vida, ya que cuando lo hacen, entran en un mundo de fantasía en el que pueden imaginar, crear y soñar sin límites.
Si tienes hijos a los que les gusta este juego, estimúlalos para que lo hagan seguido, porque jugar a ser, por unos momentos, otra persona, tiene múltiples beneficios que aquí te contamos:
- Disfrazarse estimula la imaginación de los pequeños, les permite fantasear con mundos imaginarios, lo que es muy saludable para su equilibrio emocional y es uno de los primeros pasos para el aprendizaje y el desarrollo de su cerebro.
- Al disfrazarse, los niños expresan sus sentimientos y emociones, por lo que, si ponemos atención, podemos saber cómo están percibiendo nuestros hijos el mundo que los rodea.
- Es una buena manera para enseñarles a los más pequeños a ponerse en el lugar del otro, y de esta manera, desarrollar su empatía.
- Cuando juegan disfrazados, potencian sus habilidades comunicativas, ya que de esta manera los niños aprenden a comunicar sus necesidades y a relacionarse con otros niños.
- Al disfrazarse, los niños desarrollan su confianza, lo que les permitirá el día de mañana ser adultos seguros de sí mismos.