El puerperio es el período que comienza inmediatamente después de que una mujer da a luz, y se extiende hasta 45 días o más desde entonces.
Quienes recién han sido mamás sufren un profundo cambio íntimo, que pasa tanto por lo físico como por lo emocional. Tanto las hormonas como los sentimientos de la mujer en puerperio están en efervescencia. Aquí les dejamos algunos consejos que las que han sido mamás recientemente deben tener presentes.
-Entrégate al vínculo. Disfruta del enamoramiento de tu hijo o hija, de esa locura de amor.
-Confía en ti. Vas a amar mucho a tu hijo y vas a ser una buena madre. Confía en tu cuerpo, está preparado para dar alimento y refugio al bebé. Puedes cuidarlo y hacerlo feliz, él te necesita y vas a hacerlo bien.
-Recuerda que la prioridad en esta etapa eres tú y tu hijo. Di no a las visitas que no desees, con dulzura pero con seguridad. Durante el puerperio necesitas intimidad y descanso. Si la casa esta desordenada no es ahora lo más importante del mundo.
-Pide ayuda antes de sentirte sobrepasada. Expresa tus preocupaciones y tus necesidades. Si no puedes con la casa, no te sientas culpable, es completamente normal. Pide ayuda, lo más importante es que descanses y cuides del bebé.
-Descansa siempre que puedas. Acuéstate cuando el bebe duerma, no importa si no puedes dormir, al menos podrás descansar y relajarte.
-Da pecho. Recuerda que tu leche alimenta y que es lo mejor para tu bebé. La lactancia te va a ayudar tanto emocional como corporalmente a conseguir el equilibrio.
-Busca el soporte emocional de otras madres experimentadas. Si te sientes sola o aislada, seguro que otras madres pueden ayudarte.
-Olvídate del reloj. Tu ritmo es el del bebé. La lactancia no tiene horarios. No cuentes las tomas, deja que el bebé viva pegado a tu cuerpo. Esconde el reloj. No va ser para siempre. Pero sí en estos primeros días. Concédetelo. Vale la pena. Inviertes en felicidad, y eso vale más que nada.
-Haz lo que tu sientas, no lo que te digan. Es el momento de hacerte más libre. La opinión de los demás no tiene que ser tu guía. Concédete hacer las cosas como te hagan más feliz, no como “hay que hacerlo”. Tira las ideas preconcebidas a la basura, y déjate fluir. Cría a tu pequeño como te salga del corazón.
Relájate y disfruta, ser mamá es una hermosa tarea!