Son muchos los beneficios que trae para nuestro cuerpo y mente hacer ejercicio. Evita la obesidad, aumenta el autoestima, fortalece los músculos, ayuda al desarrollo social entre muchos otros. Por eso, lo ideal es que nuestros niños incorporen el deporte a su vida diaria desde pequeños. Pero, ¿qué podemos hacer cuando no les gusta el deporte? Aquí en Clorinda te damos algunas ideas!
Lo primero es tratar de incorporar el deporte a la rutina diaria de cada niño. Por ejemplo, para los más pequeñitos jugar varias veces al día es una buena manera de tener actividad física. Ya a partir de los 6 años deberían empezar a hacer ejercicio todos los días, ya sea en las clases de gimnasia del colegio, jugando en la casa, sacar a pasear al perro en familia o participando de deportes más organizados como fútbol.
En ese mismo sentido, es muy importante que como padres elijamos las actividades de acuerdo a la edad de cada niño, así evitaremos que se aburran. Un niño no va a hacer un deporte o actividad que no disfrute, por eso tenemos que estar atentos e ir viendo qué es lo que les gusta a nuestros niños y qué no.
También debemos proporcionarles las oportunidades para estas actividades: llevarlos al parque o a la plaza, organizar actividades al aire libe o inscribirlos en clubes o sedes comunales donde puedan participar de actividades recreativas o deportivas. Hoy en día son muchas las posibilidades que existen más allá de los deportes tradicionales: patinar, bailar, escalar, subir cerros, andar en bicicleta, artes marciales. De todas maneras encontrarás algo que tus hijos van a disfrutar! La idea es que el ejercicio sea algo divertido para ellos. Así no va a ser necesario obligarlos a que hagan algo que no quieren sino que ellos mismos te pedirán salir y ejercitar juntos!