Aunque cueste conciliar los horarios de todos los integrantes de la familia, es muy importante que tengamos un tiempo al terminar la jornada para conversar de lo que cada uno ha hecho durante el día. Y qué mejor que reunirnos alrededor de la mesa.
Comer juntos no es únicamente alimentarse en torno a una mesa, sino que detrás de sentarse a la mesa en familia hay un significado mucho más trascendente: el de la comunicación, preocuparse por el otro, escuchar a los demás y expresar nuestros sentimientos para que nuestros hijos también aprendan a expresarlos.
Aquí te damos algunos consejos para aprovechar al máximo esta linda costumbre:
-Para empezar, es fundamental que el televisor este apagado, así todos pueden centrarse en ese momento único sin distracciones.
-La comida familiar, no es en ningún caso el momento de dar sermones, sino de pasarlo bien en familia y de ser positivos.
-Por más pequeños que sean nuestros hijos es importante que compartan la mesa, pues es una forma de inculcarles este hábito para toda la vida.
-La hora de la comida no tiene por qué ser un momento solemne, podemos convertirlo en un encuentro entretenido en torno a la comida, lo cual además ayuda a los niños a establecer una relación positiva con la comida y a comprender que comer es divertido.
-Y lo más importante: Disfruten juntos, estos simples momentos son inolvidables en la vida!